Los coches eléctricos presentan varias ventajas frente a los vehículos de combustión en términos de eficiencia, costos a largo plazo y su impacto ambiental. A nivel de consumo, los vehículos eléctricos son notablemente más eficientes: convierten alrededor del 85-90% de la energía de la batería en movimiento, mientras que los de combustión apenas alcanzan entre el 20 y el 30%. Esto significa que los eléctricos necesitan menos energía para recorrer la misma distancia, lo cual se traduce en un menor costo por kilómetro. Es decir, que solo por esta primera ventaja -abismal en cuanto a porcentajes- un coche eléctrico es mejor que uno de combustión interna.

En cuanto a precios iniciales, los coches eléctricos suelen ser más caros debido al coste de las baterías y la tecnología de fabricación. Sin embargo, los incentivos fiscales y las ayudas gubernamentales pueden reducir significativamente su precio. A largo plazo, los eléctricos resultan más económicos, ya que sus costes de mantenimiento son menores: no requieren cambios de aceite y tienen menos piezas móviles, lo que reduce la frecuencia y el coste de las reparaciones. O sea, que a la larga, se compensa e incluso amortiza o se ahorra respecto a la diferencia de precio. Además hay mayor abanico de posibilidades de precios entre las eléctricas (diferentes compañías, tarifas nocturnas, etc) que en el diésel o gasolina.

En términos de tamaño y diseño, los coches eléctricos tienen la ventaja de no depender de un motor tradicional, lo que permite diseñar interiores más espaciosos y compactos. Por tanto, aunque ambos tipos de vehículos pueden adaptarse a diferentes tamaños y estilos, los eléctricos ofrecen una mayor flexibilidad y capacidad de almacenamiento en coches de tamaño reducido. Vamos, más tamaño o espacio interior porque, por ejemplo, no suelen hacer falta túneles de transmisión que restan habitabilidad y, a veces, hasta ofrecen dos maleteros.

¿Y CÓMO CUIDAR LA BATERÍA DE LOS COCHES ELÉCTRICOS?

Si con un motor de combustión interna (gasolina, diésel o gas) es importante una serie de mantenimientos, especialmente la periodicidad del cambio de aceite y del refrigerante, una batería de un coche eléctrico requiere también sus atenciones, aunque mayormente en cuanto a uso y no tanto a atención mecánica.

Seguir estos consejos, a continuación, puede ayudar a maximizar la vida útil de la batería de cualquier coche eléctrico y a mantener su rendimiento óptimo por más tiempo. Cuidar la batería de un coche eléctrico es esencial para prolongar su vida útil y mantener su rendimiento. Aquí algunos consejos clave:

Evitar cargar al 100% o descargar al 0% regularmente: Las baterías de iones de litio funcionan mejor cuando se mantienen entre un 20% y un 80% de su capacidad. Cargar al 100% ocasionalmente está bien, pero no debe ser un hábito diario, ya que puede desgastar la batería. Tal y como lo haríamos con un teléfono móvil...

Carga lenta y controlada: Siempre que se pueda, utilizar cargadores de corriente alterna (CA) de baja potencia en lugar de estaciones de carga rápida (CC), especialmente en el uso diario. Las cargas rápidas son útiles en viajes largos, pero someter a la batería a este tipo de carga de manera constante genera un estrés que puede reducir su vida útil. Como la mayor parte del tiempo se realizan cargas muy controladas, en casa o en el trabajo, no es un tema que haya de suscitar ninguna preocupación.

Mantener el coche en temperaturas moderadas: Las temperaturas extremas, ya sean altas o bajas, afectan negativamente a la batería. Si es posible, estacionar el coche en garajes o lugares con sombra y, en climas fríos, tratar de mantenerlo en lugares menos expuestos.

Evitar dejar el coche mucho tiempo sin usar: Si el coche estará inactivo por semanas o meses, intentar dejar la batería con una carga entre el 50% y el 70%. Una batería completamente cargada o muy descargada que no se usa durante mucho tiempo puede degradarse más rápidamente.

Usar modos de ahorro y funciones de control de batería: Algunos coches eléctricos tienen modos de “ahorro de batería” o configuraciones para limitar la carga máxima. Usarlos para reducir el desgaste, especialmente si se sabe que no se necesita toda la capacidad de la batería diariamente.

Mantenimiento regular: Llevar el coche a revisión periódicamente permite detectar problemas de batería a tiempo, ya que algunos fabricantes ofrecen análisis del estado de la batería que pueden ayudar a mantenerla en condiciones óptimas.