Falta muy poco para que acabe este 2022. Las previsiones de ventas de turismos, todoterrenos e industriales por parte de ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, creada en 1977) en nuestro mercado están por debajo de las cifras de prepandemia. Y eso a pesar de que en los últimos meses se había notado una clara subida en las ventas en general. Sin embargo, no han sido suficientes para que la caída prevista sea del 3% con respecto a 2021 y se estimen solo unas 830.000 unidades para este 2022.

No es una buena noticia, ya que además estas previsiones por debajo de las cifras de antes de la pandemia significan un tercer año de caída, lo que en cifras supone un 34% de descenso con respecto a 2019. Y es que entre los problemas a los que se ha tenido que enfrentar el mercado han sido numerosos, desde una inflación que alcanzó los dos dígitos, el aumento de los combustibles, la energía eléctrica, el consabido aumento de las materias primas, el famoso desabastecimiento de los microchips y la guerra de Ucrania. En algo se compensa, al menos, que este año se cerrará un ligero aumento de la producción de vehículos respecto a 2021, que por el momento está en 2,2 millones de unidades fabricadas en nuestro país.

Muchos de esos problemas, la mayoría, siguen hoy presentes y parece que en 2023 seguirán siendo factores muy graves para todas las industrias, incluida la automovilística a nivel mundial. Así, ANFAC cree que el año que viene las ventas subirán un poco, pero no demasiado, y que estarán en torno a las 900.000 unidades. Está claro que si la problemática persiste, y desgraciadamente así lo parece, esa previsión, aunque muy temprana, podría cumplirse.

En lo que respecta a las ventas de vehículos comerciales ligeros e industriales, 2022 prevé cerrar el año con 118.000 unidades colocadas, es decir, un 22% menos, mientras que los autobuses y microbuses harán lo contrario, aunque por poco, con una previsión de 2.360 unidades.

Para ANFAC, como para el resto de la industria automotriz, “estos resultados nos siguen situando por debajo de los registros prepandémicos y lejos de las cifras que España tendría que estar alcanzando, con cerca de 1,5 millones de ventas anuales, de los cuáles 1,2 millones corresponderían a turismos. Mantener este ritmo de mercado y de producción supone un importante riesgo para nuestra industria ya que podría ocasionar la destrucción de empleo y la pérdida de competitividad”.

LOS VEHÍCULOS ELECTRIFICADOS CONSIGUEN UN 20% MÁS

Entre toda esa maraña de cifras, los vehículos electrificados, es decir, los híbridos de todo tipo y los eléctricos puros, han conseguido por el momento situar su cifra de ventas un 20% por encima del año anterior. Así, se estima que el mercado nacional llegará a un total de unas 80.000 unidades vendidas de turismos de este tipo. Una de cal y otra de arena, porque la meta para este año en este tipo de vehículos era de 120.000 unidades y de las que, obviamente, se está muy lejos.

Esa cifra de vehículos electrificados vendidos significa que una de cada diez ventas del mercado total es de vehículos de este tipo de impulsión, según ANFAC. Lo que se traduce, igualmente, en una mayor brecha frente a las ventas y comportamiento de este tipo de vehículos en nuestro entorno europeo y donde esa media se sitúa en el 20% de las ventas totales.

También, según recoge el barómetro de movilidad de ANFAC, hasta el tercer trimestre del año, en España solo hay 16.565 puntos de recarga que sean de uso público, lo que del mismo modo es significativo ya que esa cifra está muy lejos de los 45.000 que serían necesarios para este año, y que estaría dentro de lo que para 2030 el Gobierno ha previsto que los puntos de recarga de acceso público tienen que poder abastecer a los cinco millones de vehículos electrificados que se supone que habrá ese año.