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De Porsche, el siglo pasado, su motor eléctrico de rueda y su llegada la Luna casi 100 años después

  • Publicado el 26 de Diciembre de 2024
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De Porsche, el siglo pasado, su motor eléctrico de rueda y su llegada la Luna casi 100 años después

Lo hemos dicho muchas veces, la invención del coche eléctrico tiene una larga historia. No es nuevo. Y grandes figuras del automovilismo mundial apostaron y/o investigaron sobre sus posibilidades ampliamente, incluso con tecnología que ahora consideramos obsoleta. Si no hubiera sido por contextos mundiales prioritarios, el coche eléctrico hubiera sido parte de nuestra sociedad hace mucho tiempo.

Hace más de un siglo, Ferdinand Porsche fue pionero en la creación de un vehículo eléctrico impulsado por motores instalados directamente en las ruedas. Esta innovación no solo captó la atención de su tiempo, sino que décadas después, su impacto alcanzaría incluso la superficie lunar. Un motor por rueda, una idea sencilla… que incluso hoy en día se usa...

El 14 de abril de 1900, durante la Exposición Universal de París, se dio a conocer en el Palacio de la Electricidad un automóvil revolucionario que funcionaba con el denominado "sistema Lohner-Porsche". El diario Berliner Zeitung describió esta tecnología señalando que su mayor innovación era la ausencia de una transmisión intermedia, ya que los motores estaban integrados en las ruedas delanteras.

De Porsche, el siglo pasado, su motor eléctrico de rueda y su llegada la Luna casi 100 años después

A los 24 años, Ferdinand Porsche debutaba como diseñador de automóviles al desarrollar, en apenas diez semanas, un coche eléctrico para la empresa Jacob Lohner & Co. Este vehículo, equipado con dos motores eléctricos montados en las ruedas delanteras, producía 2,5 caballos de fuerza cada uno y podía alcanzar una velocidad máxima de 32 km/h. Además, incorporaba un sistema de frenos en las cuatro ruedas, una característica adelantada a su tiempo. Desde entonces, quedó claro que la creatividad, la precisión técnica y el deseo de innovación serían rasgos característicos de Porsche.

De Porsche, el siglo pasado, su motor eléctrico de rueda y su llegada la Luna casi 100 años después

El diseño de motores en las ruedas marcó un punto crucial en su trayectoria. Bautizado como "sistema Lohner-Porsche", este concepto modular ofrecía tres versiones con diferentes niveles de potencia, alcanzando hasta 12 caballos por rueda. Su aplicación no se limitaba solo a automóviles, sino que también se proyectaba para autobuses y camiones. Las baterías de plomo le otorgaban al vehículo una autonomía aproximada de 50 kilómetros. Porsche, siempre atento a las tendencias emergentes, vio también el potencial de su sistema en el mundo de las competiciones automovilísticas. En 1900, diseñó un coche de carreras eléctrico con cuatro motores en las ruedas, que sumaban 14 caballos de potencia combinada, al que llamó "La Toujours Contente" ("Siempre feliz"), el primer vehículo con tracción total en la historia.

De Porsche, el siglo pasado, su motor eléctrico de rueda y su llegada la Luna casi 100 años después

Sobre la misma base tecnológica, Porsche desarrolló lo que se considera el primer automóvil híbrido funcional: el Lohner-Porsche "Semper Vivus" ("Siempre Vivo"). Esta idea nació como respuesta a los desafíos que planteaban las baterías de la época y la inexistencia de infraestructura para recargarlas. En 1901, lanzó la versión mejorada conocida como "Mixte", que incorporaba un motor de combustión de cuatro cilindros para alimentar un generador eléctrico.

A lo largo de su producción, se fabricaron cerca de 300 vehículos con el sistema Lohner-Porsche. De estos, 40 fueron utilizados por el cuerpo de bomberos de Viena, mientras que otros se emplearon como taxis o fueron adquiridos por particulares. Sin embargo, esta innovadora tecnología fue eventualmente desplazada por sistemas más adecuados para la producción masiva.

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Curiosamente, los motores de cubo de rueda reaparecieron en la década de 1970 con un propósito sorprendente: impulsar los vehículos lunares de las misiones Apolo 15, 16 y 17 de la NASA. Gracias a esta tecnología, desarrollada en sus inicios por Porsche, estos rovers pudieron moverse en la superficie lunar. Sin duda, Ludwig Lohner no se habría sorprendido. Ya en 1900, cuando se refirió a Ferdinand Porsche, afirmó con certeza: "Este joven tiene un futuro brillante; escucharán mucho sobre él". Y es que a al fundador de Porsche no solo se lo cono por su marca, ni siquiera por ser antes el creador del famoso Volkswagen Escarabajo.


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Sobre el Autor

Juan Manuel García Rubio

Juan Manuel García Rubio

Periodista del Mundo del Motor

Desde 1989 informando sobre el mundo del motor en todas sus facetas, y apasionado desde que tengo memoria. Siempre aprendiendo y casi siempre sorprendiéndome de la tecnología, de los nuevos modelos, de las nuevas estrategias de los fabricantes, de los diseños...

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