Toca soñar. Y desde luego con el Porsche Mission X, un prototipo de la marca alemana sobre un superdeportivo, no hace más que pretenderlo. Pero ahí donde lo vemos, Porsche no solo ha creado el hypercar de turno con el que soñar despierto, lo ha hecho cien por cien eléctrico.

Como es un prototipo, pero al fin y al cabo una unidad real, la marca no ha facilitado muchos datos sobre sus sistema de impulsión eléctrica, más allá de decir que se trata de un sistema “eficiente y de altas prestaciones”, sin especificar nada del motor, ni la potencia, etc. O sea, que más intriga para soñar especulando al gusto del lector. No obstante, especula con sus prestaciones en el caso de llevarse a la serie.

Como buen deportivo, un hypercar en toda regla, el centrado o reparto de pesos es tan importante como su imagen y prestaciones. Porsche dice que la batería va situada detrás de los asientos traseros, aunque no dice ni cuánto pesa ésta ni cuánto pesa todo el coche. Es más, hasta Porsche también ofrece relatos virtuales al expresar que este sería “el coche homologado para carretera más rápido en el circuito de Nürburgring Norsdscheleife”, en Alemania, que es el trazado de carreras más afamado del mundo por su rapidez y porque muchas marcas ponen a punto allí sus coches cuando se trata de monturas deportivas.

Si la línea, se mire por dónde se mire, es espectacular en este Porsche Mission X, no lo es menos con las puertas abiertas; se abren hacia delante y hacia arriba (puertas al estilo Le Mans, competición realizada este pasado fin de semana). Según Porsche, el Mission X estaría en torno al caballo, o menos, de potencia, por kilo de peso. Porsche, “El Mission X es un biplaza de aspecto espectacular...”. Su presentación coincidió, con la inauguración de la exposición “75 años de automóviles deportivos Porsche” en el no menos espectacular museo de la marca en Sttutgart, Alemania.

Y está claro que la marca está super orgullosa: “El Porsche Mission X es un faro tecnológico para el deportivo del futuro. Recoge el testigo de los deportivos icónicos de décadas pasadas, como el 959, el Carrera GT y el 918 Spyder. El Mission X proporciona un impulso decisivo para el desarrollo evolutivo de futuros conceptos de vehículos”, según palabras de Oliver Blume, Presidente del Consejo de Dirección de Porsche AG. “Atreverse a soñar y coches de ensueño son para nosotros dos caras de la misma moneda: Porsche ha seguido siendo Porsche cambiando constantemente”.

Este deportivo tan especial, mide 4,5 metros de longitud exterior (siempre medidas aproximadas facilitadas por la marca), 2 metros de ancho y menos de 1,2 metros de altura. La distancia entre ejes, o batalla, es de 2,73 metros, con llantas de 20 pulgadas delante y de 21 detrás “por motivos aerodinámicos”.

El color de la carrocería es Rocket Metallic que es especial y única para este coche. Destacan también las piezas de fibra de carbono. Y hasta la descripción del resto de elementos denota pasión: “Una ligera cúpula de cristal con un exoesqueleto de plástico reforzado con fibra de carbono se extiende sobre ambos ocupantes. Las puertas de estilo Le Mans están fijadas a los pilares A y al techo. Se abren hacia delante y hacia arriba. Este tipo de puerta se utilizó anteriormente en el legendario Porsche 917. Otro elemento que llama la atención es la firma lumínica: para el Mission X, los diseñadores han reinterpretado el característico gráfico de cuatro puntos de Porsche. La forma vertical de la base de los faros se inspira en modelos de históricos de competición, como el Porsche 906 o el 908, trazada hacia abajo casi llegando a la carretera. Una estructura de soporte de alta tecnología enmarca los módulos de luz LED y presenta los esbeltos elementos expuestos de las luces diurnas y los intermitentes. Al activarse, la luz se abre como un párpado. Completamente iluminados, los faros son una declaración de confianza”.

Y si nos atenemos a cómo nos lo describe Porsche en lo referente a su interior: “La atención al conductor se aprecia en la asimetría del interior y en su concepto cromático. Los dos asientos tienen colores diferentes. Aparte de los elementos de cuero en color marrón Andalucía, el asiento del conductor es de color gris Kalahari y forma una sola unidad cromática con la consola central y el salpicadero. El asiento del acompañante es de color marrón Andalucía. Además de las estructuras de los asientos hechas de CFRP y sus cinturones de seguridad de seis puntos integrados en el chasis monocasco, otros paralelismos con la competición son el volante abierto por la parte superior, dotado de interruptores y levas de cambio. Hay varias cámaras a bordo y la grabación se inicia en cuanto el conductor pulsa el botón REC del mando multifunción. Otro elemento destacado se encuentra en el lado del acompañante, donde hay un sistema integrado de fijación en el salpicadero que permite acoplar un módulo de cronómetro. Para el Mission X, Porsche Design ha creado específicamente uno con un cronómetro de pantalla analógica y digital. Los relojes están diseñados para su uso tanto en circuito como en rallye y pueden mostrar los tiempos por vuelta o los datos esenciales de la conducción, entre otra información”.