Un año más, el Observatorio Cetelem ha publicado el “Estudio Europa Automoción 2024”, que ha titulado “Los conductores, bajo una niebla de dudas” del que se desprende que más de la mitad de los conductores españoles cree firmemente en la electrificación de los automóviles.

El estudio del Observatorio Cetelem incluye once países en el Viejo Continente, que son Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Italia, Noruega, Países Bajos, Polonia, Reino Unido y Portugal, analizando profundamente el sector del motor. Pero también en países como China, Estados Unidos, Japón, México y Turquía (un total de 16 países).

Incluso aún con las dudas de los conductores, que también las hay, sobre la electrificación del automóvil a la hora de la decisión de compra, el 57% cree firmemente en esta opción y piensa que los de este tipo de propulsión sustituirán completamente a los térmicos. España es, junto con el Reino Unido, uno de los países más “optimistas” a este respecto. Y, ¿por qué será que China es de los países más optimistas con un 74 % de los encuestados que “considera que es una decisión sencilla y un 26% que cree lo contrario?”. También México (71%) y Turquía (78%). En el lado opuesto están Austria (35%) y Francia (38%).

Sobre las marcas chinas, “estos todavía se sitúan en la cola en intención de compra, siendo el porcentaje del 34% a nivel europeo y del 38% a nivel mundial. En el caso de España, un 42% de los conductores estaría dispuesto a comprar un coche de marca china, por encima de la media europea y mundial. Sin embargo, las marcas europeas son las que más intención de compra muestran, con un 93%. Le siguen los vehículos americanos (66%), japoneses (77%) y coreanos (59%). España es de los países de Europa que mayor intención de comprar marcas chinas muestra”.

Si tenemos en cuenta que este estudio del Observatorio Cetelem refleja que un 65% de los españoles encuestados planteaban que es una decisión difícil y que, por tanto, ese porcentaje es superior en un cinco por ciento a la media europea, estamos entre los países que creen que esa transición se producirá sí o sí.

De hecho, “un 42% de los españoles considera que esto se producirá en un plazo de más de 15 años, frente al 47% de la media europea y el 41% de la media mundial. Otro 39% cree que esto se producirá en un periodo de entre 6 y 15 años, mismo porcentaje que la media europea y tres puntos menos que la mundial; y un 19% considera que se producirá en cinco años, frente al 14% de la media europea y el 17% de la mundial”. Frente a estos buenos datos, cabe pensar si serán mejores con el tiempo conforme vayan mejorando aún más las autonomías de los coches eléctricos y, claro está, las baterías y las infraestructuras.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS QUE PROVOCAN DUDAS?

Claro está, también el Observatorio Cetelem en este estudio ha preguntado a los encuestados sobre cuáles son sus barreras para la compra de un coche electrificado, las dudas, las incertidumbres. Y aquí están, en porcentajes, precisamente sus inquietudes.

Cetelem ha podido saber que, uno de esos mayores impedimentos en la decisión de compra “... es el elevado coste del combustible o electricidad, con un 39% de las respuestas en Europa y un 40% a nivel mundial”. Curioso, porque los precios de los combustibles fósiles son estables sí, pero con grandes subidas en los últimos tiempos y sin posibilidad de elegir tarifas como en la electricidad...

También está el precio y otros pormenores: “El aumento de precio como consecuencia del descenso de poder adquisitivo es la segunda de las menciones, con un 34% tanto a nivel europeo como mundial. El coste de mantenimiento, con un 34% en Europa y 35% a nivel mundial; las restricciones de circulación (24% y 23% respectivamente) y la posibilidad de que no se pueda revender en el futuro (19% y 18% respectivamente)”.

Casi la mitad, un 46% de los europeos cree que los vehículos electrificados deberían ser más baratos; un 31%: “El aumento de precio como consecuencia del descenso de poder adquisitivo es la segunda de las menciones, con un 34% tanto a nivel europeo como mundial. El coste de mantenimiento, con un 34% en Europa y 35% a nivel mundial; las restricciones de circulación (24% y 23% respectivamente) y la posibilidad de que no se pueda revender en el futuro (19% y 18% respectivamente)”.

También hay razones ecológicas en sí o medioambientales: “La incertidumbre ante las políticas ambientales aplicadas en cada región, así como las restricciones de circulación, son algunas de las razones por las que algunos conductores que quieren comprar un vehículo nuevo no lo harán en los próximos 12 meses. Así, un 19% de los europeos no sabe qué coche comprar, frente al 20% de la media mundial; y otro 11% afirma que prefiere esperar a conocer cuál será la nueva normativa de circulación, porcentaje que aumenta al 13% a nivel mundial”.

Y sobre las dudas a las restricciones de la prohibición de vender vehículos con motores térmicos: “Respecto a la prohibición en algunos países de la venta de vehículos térmicos en 10 o 15 años para reducir la contaminación del aire, todavía se aprecian ciertas reticencias y escepticismo sobre la aplicación de estas medidas. Así, un 80% de los europeos considera que es una medida injusta para los hogares que no pueden revender su coche de motor de combustión; otro 71% considera que el plazo es demasiado corto; y un 62% incluso considera que es una medida irrealista y sin futuro y que, por tanto, será anulada. Quienes consideran que se trata de una medida necesaria (57%) o que es una medida insuficiente para luchar contra la contaminación (58%), son minoría”.

Y lo más curioso, si cabe, es el conocimiento, o más bien, desconocimiento, por la mayoría de las ayudas a la compra de coches electrificados: “El 46% de los conductores europeos afirman saber de la existencia de ayudas para sustituir su coche térmico por uno eléctrico en su país. Respecto a estas ayudas, el 76% considera que son indispensables para ayudar a los conductores”. Es decir, más de la mitad no lo sabe. Menos mal que “Cerca de 8 de cada 10 europeos considera que las ayudas públicas a los vehículos eléctricos se van a mantener o van a aumentar. En el caso de España, un 37% piensa que aumentarán, frente al 53% que considera que se mantendrán estables y un 10% que cree que se reducirán”.

Además, y es verdad, hay que sumar ciertas dificultades en este sentido: “Sin embargo, también manifiestan la dificultad existente para dar con ellas. Así, un 75% cree que son complicadas y confusas; un 74% considera que están reservadas a casos particulares, pero no a la totalidad de los conductores; y un 72% afirma que no son conocidas y no hay suficiente comunicación sobre estas”.