La Guardia Civil ha incorporado recientemente nada menos que 118 unidades de coches eléctricos a su flota. Esta se destinará a labores de vigilancia y patrullaje y recorrerán doscientos kilómetros diarios. Así, se ha calculado que ahorrarán hasta más de tres toneladas de CO2 por día durante su uso, además de sumar la no contaminación acústica.

Según han declarado sus responsables: “Esta flota de 118 vehículos irá destinada a distintas Comandancias y se emplearán principalmente en tareas de patrullaje y vigilancia, recorriendo una media de 200 km diarios. Es por ello que las cualidades del Megane E-Tech 100% cien eléctrico configuradas en versión techno con el motor eléctrico de 220 CV y la batería de 60 kWh responden perfectamente a sus necesidades ofreciendo prestaciones de primer nivel, una autonomía de hasta 450 km y la posibilidad de recarga rápida a 130 kW que permite recuperar 200 km de conducción por autopista en 30 minutos. El modelo también destaca también por la gran habitabilidad interior, sin precedentes en un vehículo con sus dimensiones exteriores propias de un segmento B (4,21 m de largo) y que facilitan la maniobrabilidad del coche y su uso en entornos urbanos sin perder un ápice de aplomo en vías rápidas”.

Sí, así el modelo escogido ha sido el Renault Megane E-Tech, que es cien por cien eléctrico. Desde hace cuatro generaciones, la Guardia Civil ha estado usando el modelo Megane de Renault, un modelo que salió en 1995 por parte del fabricante francés y que todo conductor recuerda, antes y ahora, por verlo como parte del equipo de la Benemérita también en las carreteras de todo el territorio nacional.

La adquisición de estas 118 unidades eléctricas corresponde al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que está financiado con fondos europeos y que se enmarca dentro del Plan de Transición energética en la Administración General del Estado.

RENAULT MÉGANE E-TECH, UN CROSSOVER ELÉCTRICO

El Renault Megane E-Tech se vende en España en dos versiones de motorización, siempre 100% eléctrico. El PVP de la versión de 131 caballos, o de acceso a la gama, es de 36.770 euros, y el más potente, de 220, arranca en un precio de 43.490 euros, siempre con distintivo medioambiental “CERO emisiones”.

Se trata de un crossover de cinco puertas de tracción delantera que está disponible con dos opciones de batería. La menos potente es de 40 kWh de capacidad (Megane E-Tech EV40), mientras que la superior es de 60 (Megane E-Tech EV60). De esta forma, con la primera, la autonomía (ciclo WLTP) es de 300 kilómetros, y con la segunda de 450.

Para lo anterior, Renault ofrece cuatro tipos de recarga, a elegir por el comprador y según el modelo La primera es la Standard Charge, que se ofrece únicamente con la versión de 131 caballos de potencia (EV40) y que solamente permite carga lenta  a un máximo de 7 kW en corriente alterna (CA). La siguiente, o Boost Charge también va ligada a la motorización pequeña, pero aún no está disponible en el mercado español, y permite la recarga a 85 kW en CA, y a 22 kW en corriente continua (CC). La Super Charge admite carga en CA de 130 kW, y en CA  de 7 kW. Por último, la Optimum Charge llega a cargas de 130 kW en CC y a 22 en CA.

La gama del Renault Megane E-Tech tiene cuatro niveles de equipamiento, que son Equilibre, Evolution, Techno e Iconic. De serie todas cuentan con un interior muy tecnológico y dos pantallas en el salpicadero, una de 12,3 pulgadas que ocupa la de los relojes tradicionales, y otra para el resto de las funciones. Esta puede ser de 9,3 pulgadas, en cuyo caso es horizontal, o de 12, que está colocada verticalmente. Operan normalmente con el sistema OpenR Link (excepto para el acabado Equilibre) y en cuanto a nivel de equipamiento, y dependiendo de la versión, vienen muy equipados.