El tirón de míticos modelos que ya no están en el mercado es caldo de cultivo para las marcas actuales. Reviven sus nombres, y, a veces, hasta se parecen a las versiones a las que hacen alusión. Las reinterpretaciones de las marcas son famosas ya en casos como el Mini, el Fiat 500 o el Volkswagen Escarabajo, o Beatle. Con mejores y peores aciertos.

Últimamente está pasando lo mismo, pero con esos nombres ocupando lugares en la modernidad pero, sobre todo, en la movilidad sostenible. Es decir, apuestan por la electrificación. Ford no es ajena a ello. Tenía “dormido” el nombre Capri, que fue un precioso deportivo hace décadas, y que ahora vuelve a la vida. Es verdad, el Capri moderno no tiene más en común que el nombre.

Si nos ceñimos a un ejemplo actual de la propia Ford, el Mustang era, y es, otro precioso y potente deportivo que ha marcado historia. Convive ahora con el Mustang, el Mustang Mach E, un eléctrico “cien por cien” que en común solo tiene también el nombre.

Ahora es el turno, como decimos, del Ford Capri. Como dice Ford, eso sí, “La leyenda no solo ha vuelto: ahora está de camino a los primeros nuevos clientes del Ford Capri en casi cuatro décadas”. Bueno, sin duda un interesante eléctrico, pero nada más en común con el anterior Capri. Claro, que no pasa nada, hay que celebrarlo.

Ford afirma que “El nuevo Capri fue desarrollado para devolver el alma al mundo de los vehículos eléctricos renovando un icónico clásico de culto. Desde que se presentó el deportivo familiar eléctrico en julio, casi 200.000 consumidores han creado su Capri en www.ford.eu. Es decir, que la aceptación parece no buena, muy buena.

Para Jon Williams, director general de Ford Blue y Model e para Europa: “Nuestro nuevo Capri totalmente eléctrico es el vehículo en el que el icónico coupé deportivo estaba destinado a convertirse. Su regreso ha merecido la espera, y no podríamos estar más emocionados de ver a una nueva generación a punto de experimentar el estilo y la prestancia que hicieron del Capri una leyenda”.

¿Y cómo ha afectado lo que los usuarios querían para esta reinterpretación eléctrica y de movilidad sostenible? Pues, “El optó por el llamativo Vivid Yellow, un homenaje al color amarillo Daytona del Capri clásico, lo que lo convierte en el más popular de las seis opciones de color”. Además, “Todos los clientes del Capri disfrutan de características de lujo como acceso y arranque sin llave, asiento del conductor con masaje, asientos delanteros y volante calefactados. Sin embargo, el 55% optó por el modelo Capri Premium, que incluye faros LED Dynamic Matrix, un sistema de sonido B&O con 10 altavoces, llantas de aleación de 20 pulgadas y mucho más”.

A su vez, el 59% de los conductores optaron por el propulsor de 286 caballos de potencia con tracción trasera. El Ford Capri eléctrico tiene una autonomía declarada (WLTP) de 629 kilómetros con una sola carga… La batería es de 77 kWh de capacidad. Este nuevo Capri se fabrica en la planta de Ford de Colonia (mítica también), Alemania y Ford dice haber invertido 2.000 millones de dólares para convertirla en un Centro de Vehículos eléctricos de última generación.

Sus dimensiones se despachan en 4,63 metros de longitud exterior con 570 litros de capacidad de maletero. Para quien ya se haya dado cuenta, no es el coupé de antes, ahora es un SUV de cinco puertas y, si se quiere, un coupé (pseudocoupé). La comercialización será en breve y el precio de partida se sitúa en los 54.265 euros.