¿Sabes cuál es el proceso de la inspección técnica, la ITV, de un vehículo eléctrico? Respecto de los modelos de combustión es algo distinto
- Publicado el 07 de Marzo de 2023
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Como es sabido, la Inspección Técnica de Vehículos, la que todos conocemos como ITV, es un proceso de verificación del estado del vehículo que atañe tanto a las partes mecánicas y estructurales importantes para la seguridad y buen funcionamiento, como a aspectos medioambientales en cuanto a emisiones contaminantes.
Es decir, que la ITV es una prueba que se le realiza al vehículo, si le corresponde, encaminada a asegurar que dichos vehículos que son objeto de inspección están al orden de las condiciones técnicas mínimas que se entienden para “garantizar la seguridad de los peatones, reducir al máximo el riesgo de accidentes por causas técnicas y proteger al medio ambiente”. Dicha obligatoriedad está recogida en el Real Decreto 920/2017, de 23 de octubre.
Es verdad que no todos los vehículos en circulación tienen que pasar anual, o en algunos casos semestralmente, la ITV. Depende de la edad del vehículo. Aunque no es menos cierto que todos los vehículos tendrán que pasar la ITV una primera vez en su vida útil. Así “con carácter general, los turismos particulares realizarán su primera inspección al cumplir el cuarto año de su primera matriculación”. Esta norma también atañe a los ciclomotores, motocicletas, cuadriciclos quad y vehículos ligeros o pesados, aunque nosotros nos vamos a centrar en los vehículos de cuatro ruedas turismos.
A partir de ese cuarto año de “vida”, se establece la periodicidad en la que el vehículo irá pasando las ITV, siempre tomando como fecha para calcular su antigüedad la de su primera matriculación, que podemos encontrar en el permiso de circulación. Para pasar la ITV la documentación requerida es la Tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos y el permiso de circulación. No hace falta presentar el comprobante del seguro, aunque si es obligatorio tenerlo ya que al hacer los trámites para la inspección se comprueba.
De esta forma, queda claro que cualquier turismo particular está exento de pasar la ITV durante sus primeros cuatro años. Después del cuarto año, y hasta los 10 años, estará obligado a pasarla cada dos años. Después de cumplir esos diez años, tendrá la obligatoriedad de hacerlo cada año. No es así para los vehículos certificados como Históricos, que tienen una periodicidad distinta.
Los aspectos o elementos que se deben inspeccionar, así como el criterio que también se aplica para determinar la gravedad o no del elemento o elementos inspeccionados, está recogida en el llamado “Manual de Procedimientos de Inspección de las Estaciones de ITV”, que emite el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTONCES EN LA ITV DE UN COCHE ELÉCTRICO?
Frente a un automóvil con motor de combustión interna, un eléctrico es distinto al no tener que ser inspeccionado en ciertos aspectos. En los vehículos de combustión interna (gasolina, gasoil, gas...) se realiza una prueba de gases o humos. Según datos oficiales, en Madrid, un vehículo con distintivo ambiental A (bueno, en realidad no existe distintivo físico para este tipo de coches y son los que carecen de pegatina), emite 1,6 veces más gases contaminantes de media que otro con distintivo B, 7,2 veces que los C, y 47 veces más que con la distinción ECO. Está claro que los ECO y 0 emisiones mejoran la calidad del aire por motivos obvios.
Otras veces ya hemos hecho alusión al número de vehículos eléctricos vendidos en España, y vamos a hacer ahora un recordatorio breve. El año pasado se matricularon 86.650 vehículos eléctricos. De esas casi noventa mil unidades, 38.200 fueron vendidos en Madrid y su Comunidad. De hecho, y dado el número actual, y creciente, desde AEMA-ITV nos recuerdan “la importancia de que los eléctricos también pasen la inspección técnica de vehículos, o ITV, para que, además de proteger el medio ambiente, garantizar que cumplen con las condiciones necesarias para garantizar la seguridad vial”.
Los vehículos eléctricos están también obligados pues a pasar dicha inspección técnica con las periodicidades antes señaladas en cuanto a antigüedad. Y aunque por el simple hecho de ser vehículos eléctricos, y carecer de motor de combustión que emita gases a la atmósfera no haya un protocolo específico, si tienen diferencias. Eso sí, mientras hay diferencia de precio en pasar la ITV entre un vehículo de gasolina y otro diésel (es más caro este último), el del eléctrico se corresponde con el de gasolina... aunque haya que hacer menos pruebas.
Se inspecciona igualmente el estado de la carrocería, iluminación exterior, suspensiones, sistema de frenado, cinturones de seguridad, neumáticos, funcionamiento del claxon, los limpiaparabrisas, etc. Sin embargo, y por razones también obvias, no se les realiza una prueba de emisión de gases, ya que los motores de los vehículos 100% eléctricos no emiten ningún gas a la atmósfera.
Sin embargo, si que se realiza una “pequeña adaptación de la prueba de motor, y siempre que sea posible, se hacen comprobaciones sobre la batería y el cableado”. También, y según el modelo, el sistema de frenado puede requerir unas condiciones específicas para que el propio vehículo no entienda que solo un eje esté girando y dé problemas.
Igualmente, nos recuerdan que sí por ejemplo las baterías y los cables eléctricos están a la vista, se realiza una inspección visual de los mismos. Esto atañe también a la toma de enchufe, como lo sería el tapón de llenado del combustible en los de combustión interna.
Sobre el Autor
Juan Manuel García Rubio
Periodista del Mundo del Motor
Desde 1989 informando sobre el mundo del motor en todas sus facetas, y apasionado desde que tengo memoria. Siempre aprendiendo y casi siempre sorprendiéndome de la tecnología, de los nuevos modelos, de las nuevas estrategias de los fabricantes, de los diseños...