Desde el mes pasado, BMW puso a la venta en sus concesionarios la que es la tercera generación de su SUV X1 y de máxima actualidad. Esta tercera entrega es más grande porque ahora mide 4,50 metros de longitud y sigue siendo un automóvil de cinco pasajeros con un maletero de 540 litros, y hasta 1.640 abatiendo la segunda fila de asientos.

El BMW X1 tiene un precio de salida de 40.900 euros en su versión de acceso a la gama, que es la correspondiente al modelo sDrive 18d; motor diésel de 150 caballos de potencia. Y entre las novedades del nuevo BMW X1 encontramos no solo una reorganización de toda la gama, también la primera vez que el X1 tiene una versión totalmente electrificada. Es la denominada iX1 que se diferencia claramente en el exterior, y en el interior, por detalles de la carrocería pintados en azul claro.

Además de esa versión eléctrica 100% y absoluta novedad en el modelo, el BMW X1 sigue ofreciendo versiones híbridas enchufables o plug-in. De estas hay dos, el modelo xDrive25e que anuncia 245 caballos de potencia y 51.900 euros, y el xDrive30e con 326 caballos por 54.900 euros. Esta última no solo es la más potente de la gama en cuanto a caballos declarados, también es la de precio mayor. Eso sí, comparte este segundo aspecto con el BMW iX1 que, en su haber, se anota 313 caballos de potencia.

DIFERENCIAS ENTRE LA VERSIÓN HÍBRIDA Y LA ELÉCTRICA

Así pues, el denominador común más notable del BMW xDrive30e y el iX1 es el que comparten el mismo precio de venta al público en el concesionario, amén de la carrocería y el modelo, claro. De esta forma, será elección del comprador elegir uno u otro método de impulsión de acuerdo a sus necesidades. Por un lado, la versión híbrida no necesita enchufarse a la red para realizar cualquier distancia, mientras que la eléctrica pura sí, aunque su nivel de autonomía es medio-alto y también permite recorridos o viajes de media-larga distancia.

Si empezamos a ver cómo es el híbrido plug-in más potente de BMW y de la gama, nos vamos a encontrar con un SUV de etiqueta medioambiental 0. Para ello, tiene un motor de gasolina delantero de 136 caballos, y que es el mismo que también tiene el xDrive25e. En el eje trasero tiene el segundo motor (de ahí también la “x” del nombre que el delta como tracción total) que en este caso es de 177 caballos (109 en la versión híbrida inferior).

De esta forma, el xDrive30e declara esos 326 caballos de potencia conjunta. La autonomía eléctrica homologada por BMW es en este caso de 88 kilómetros. El consumo combinado, siempre según ciclo WLTP, es de un máximo de 17,0 kWh/100 kilómetros.

Si hacemos un repaso similar al BMW iX1, vemos que por el mismo precio de esos 54.900 euros, nos vamos a encontrar con un automóvil que esconde dos motores eléctricos, uno por eje, y de paso también tracción integral (siempre sin árbol de transmisión entre ellos). Estos motores pertenecen a los nuevos propulsores de última generación de la marca, como el de los iX3, iX o i4, de rotor bobinado sin imanes.

La potencia es de 313 caballos entre ambos, algo por debajo del híbrido pero que se compensa claramente con los 440 Nm de par máximos y la gran capacidad de respuesta inmediata al acelerador. Alcanza los 180 km/h de velocidad máxima oficial, acelera de 0 a 100 km/n en solo 57 segundos y la autonomía oficial siempre indica que el iX1 está por encima de los 400 kilómetros (cifras pendientes de homologación).

Para este eléctrico total, el consumo declarado es de entre 18,3 y 17,2 kWh/100 km, según mercados. La batería es la GEN5, que también adjunta los híbridos, igualmente de última generación en la marca, con una capacidad bruta de 64,7 kWh.

Tanto el iX1, como el resto de BMW X1, se fabrican en la planta alemana de Ratisbona. Así pues, queda en el tejado del comprador la decisión que, en este caso, no será el precio.